En mis entradas anteriores he escrito mucho sobre la corriente en chorro en los niveles altos de la tropósfera (típicamente 250 mb). Con este sistema se asocian gran parte de los fenómenos meteorológicos de las latitudes medias y altas y es uno de actores permanentes de la dinámica atmosférica global. Las ondas de Rossby (onda larga) son profundas curvaturas de la corriente en chorro, que están asociadas con vaguadas (depresiones) y dorsales (altas presiones) y no son más que el reflejo del intercambio de energía entre los trópicos y las regiones templadas y frías. Con frecuencia la corriente en chorro se curva hasta tal punto que desprende bolsas de aire frío o caliente (en un sentido relativo), que representan ciclones o anticiclones respectivamente. Pero estos sistemas en las capas altas de la tropósfera tienen una expresión directa o indirecta en la superficie.
Figura 1.- Esquema de la formación de ondas de Rossby en la corriente en chorro y el desprendimiento de ciclones o anticiclones. Fuente: NOAA
Pero además de los patrones antes mencionados, a las curvaturas de la corriente en chorro se asocian otros patrones, llamados configuración Omega o patrones de bloqueo. La semejanza del patrón con la letra griega Omega es lo que le confiere el nombre. El patrón Omega puede darse en el sentido derecho de la letra o al revés y según sea el caso a cada lado de la letra habrá dos ciclones o dos anticiclones.
Figura 2.- Formas de presentarse el patrón Omega. Según el hemisferio del planeta de que se trate, el centro de la letra será un ciclón o anticiclón (más frecuentemente anticiclones) y a cada lado habrá dos anticiclones o dos ciclones respectivamente.
Figura 3.- Ejemplo de un patrón Omega en una salida de pronóstico de geopotencial en 500 mb del modelo GFS.
Esta configuración se conoce como patrón de bloqueo pues resulta muy estable y su propia estructura impide la movilidad de los sistemas que genera (ciclones y anticiclones). Normalmente las ondas que se forman en la corriente en chorro y los sistemas que están asociados en superficie, se mueven de oeste a este, siguiendo el flujo medio de la corriente. Pero cuando el patrón Omega está presente, los sistemas mencionados permanecen durante días en un mismo lugar, provocando condiciones de inestabilidad o estabilidad atmosférica prolongas, según usted se encuentre del lado del ciclón o del anticiclón bloqueados. Esta es la situación que se ha presentado desde casi una semana en el Atlántico norte y Europa, donde una gran cresta de alta presión a permanecido en su lugar desde Groenlandia hasta Inglaterra y a ambos lados de la cresta dos empecinadas tormentas, una en la costa atlántica de España y la otra en Terranova.
Figura 4.- Animación gif del flujo de viento en el nivel de 250 mb, según el análisis del modelo GFS, cada 12 horas, desde el pasado día 17 de marzo hasta el 21 de marzo a las 12 UTC. Note la presencia de un patrón Omega, que ha mantenido sendas tormentas en la costa de España y Terranova durante varios días.
Este patrón persistirá por unas 24 a 48 horas y luego se irá desestabilizando poco a poco hasta desaparecer. Sin embargo nuevas tormentas pueden generarse en España y todo el Mediterráneo en tanto que el patrón tarda en reajustarse a la configuración normal de la corriente en chorro. Esperemos que los daños no resulten muy extensos en un continente que lucha por levantar su economía.
Figura 4.- Imagen MODIS en color real de la Península Ibérica, del 19-03-15. Observe la tormenta (borrasca) que lleva varios días afectando la Península debido al patrón de bloqueo actual.
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