miércoles, 29 de abril de 2015

La Habana inundada y sin electricidad tras violenta línea de tormentas

La naturaleza suele sorprender, casi siempre, cuando uno piensa que ya no será sorprendido. Ese es el caso de lo ocurrido en La Habana la tarde del 29 de abril de 2015, cuando a solo 3 días de establecer su récord absoluto de temperatura máxima con 37.0 grados Celsius, la ciudad vivió una de las tormentas más fuertes de los últimos años. Se trata de un squall line (línea de tormentas) que se desarrolló por delante de un frente frío sobre el sudeste del Golfo de México.

Figura 1.- Imagen visible de 1 km de resolución, del squall line sobre la región occidental de Cuba, a las 21:30 UTC (17:30 hora local).

Figura 2.- Imagen infraroja de 1 km de resolución, del squall line sobre la región occidental de Cuba, a las 21:30 UTC (17:30 hora local).

En una nota informativa dada a conocer a través de Cubadebate, el Instituto de Meteorología de Cuba indicó que en la estación meteorológica de Casablanca se registraron 187.6 mm de lluvia en unas 3 horas. Esto es una cantidad descomunal de lluvia, que solamente puede acarrear inundaciones súbitas y derrumbes de edificios, en una ciudad que apenas ha recibido unas capas de pintura en 57 años. No obstante hay una seria discrepancia entre el informe oficial y la medición de la estación automática, ubicada justo al lado de la estación de Casablanca. El equipo automático reportó solo 115.1 mm (que también es una cantidad muy grande) y me preguntaba si quizás había dejado de reportar por algún fallo eléctrico o por la intensidad de los vientos que alcanzaron rachas de 98 km/h según la nota. Pero el gráfico muestra un registro de lluvia de 3 horas, que es el mismo intervalo que reporta la nota oficial, por lo que la discrepancia no parece estar en el tiempo de medición, sino en un error instrumental. Como quiera el pluviograma es de mucha utilidad porque muestra que la lluvia alcanzó en su momento pico, una intensidad de 1.8 mm/minuto.

Figura 3.- Pluviograma de la estación meteorológica automática, ubicada en el mismo emplazamiento que la estación de Casablanca en el Instituto de Meteorología de Cuba, en La Habana. Colaboración del Lic. Adrián García.

Figura 4.- Imagen del radar de Key West, Florida, que muestra el momento pico de la intensidad de la línea de tormentas en La Habana.

La mayoría de las calles en las zonas bajas de la ciudad se inundaron, sobre todo en los municipios del norte. Pero las inundaciones no solo ocurrieron debido al relieve sino a factores antrópicos, como la capa de asfalto y las edificaciones que maximizan el escurrimiento superficial y minimizan la infiltración, pero sobre todo por el colapsado sistema de drenaje pluvial y alcantarillado, diseñado para una ciudad de medio millón de habitantes y donde hoy residen poco más de 2 millones. Este sistema de drenaje tampoco ha recibido un mantenimiento intensivo y a cambio, se ha visto como el destino final de todo tipo de escombros y basura, que los capitalinos irresponsablemente arrojan a la calle. Los cortes de electricidad también afectaron gran parte de la ciudad. Hasta el momento se reportan 3 muertos, decenas de derrumbes de edificios y árboles caídos. Durante la tormenta también se recibieron numerosos informes de caída de granizos.

Figura 5.- Una de las calles de La Habana inundada tras la intensa lluvia.

Este tipo de eventos extremos no son una novedad en La Habana, seguirán ocurriendo y sus consecuencias serán cada vez peores, si continúa el modelo actual de ''informar cuando ya pasó'' y ''limpiar después de que se inunde''. Creo que aún me quedan muchos post para escribir sobre estos temas.

Figura 6.- Un vehículo de los años cincuenta (llamados ''almendrones en Cuba''), varado en una calle inundada de La Habana.

En la siguiente liga se encuentra un video, que muestra algunas imágenes grabadas de las inundaciones y los daños de la tormenta.
https://www.youtube.com/watch?v=pPYOJXzlcK8

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