Ha sido un año de calor sin precedentes en gran parte de nuestro planeta. Hablar de olas de calor en Europa, Asía o Norteamérica, no resulta algo muy extraño, pero cuando se habla de una ola de calor en el Caribe, las cosas se ponen más complicadas, puesto que muchos meteorólogos consideran, que islas como Cuba, no experimentan olas de calor, debido a su configuración estrecha y alargada, que la hace completamente abierta a la influencia del mar, que con el efecto de las brisas y los vientos Alisios, mantienen relativamente frescas las temperaturas. Pero hay otros colegas, entre los que me encuentro yo, que sí consideramos adecuado referirse a olas de calor en Cuba, ya que bajo determinadas condiciones sinópticas y de mesoescala, combinadas con la topografía y los efectos urbanos, entre otros; la influencia marina se anula o incluso puede favorecer los valores extremos de la temperatura máxima. En 2014, hice un post sobre un récord mensual de temperatura máxima (36 ºC) para el mes de abril en La Habana y justo un año después, en abril de 2015, la misma estación meteorológica con más de 100 años de registros, establecía un nuevo récord de máxima, pero en ese caso un récord absoluto. Ahora, en el mes de septiembre, cuando el hemisferio norte va camino hacia el otoño, La Habana vuelve a ser noticia, al romper su récord de temperatura máxima de todos los tiempos, con 38.2 ºC. En el Instituto de Meteorología de Cuba, hay una estación automática, además de la estación sinóptica tradicional y mientras uno de los instrumentos en el interior de la caceta reportaba 38.1 ºC, la estación automática registraba 38.2 ºC. En general, la lectura que se reporta como oficial, es la de los instrumentos en el interior de la caceta, pero la temperatura máxima se queda registrada en el higrotermógrafo y en el termómetro de máxima. Este último, marcó la misma temperatura que la estación automática, por lo que se descarta el 38.1 y se asume el valor de 38.2 º C.
Figura 1.- Termograma de la estación meteorológica automática de Casablanca, en el Instituto de Meteorología de Cuba, en La Habana. Note el valor máximo de 38.2 ºC después de las 14 horas. Hay una diferencia con el horario de verano aún vigente y el horario que marca el gráfico, de una hora.
Los registros más altos de temperatura máxima, son más comunes en la
región oriental del país, donde la isla es más ancha y los valles
interiores entre las montañas de Nipe-Sagua-Baracoa y la Sierra Maestra,
se calientan en las tardes, antes de que llegue la brisa con su efecto
refrigerante o se produzca una tormenta que haga descender la
temperatura. Pero hay ocasiones en que se combina la debilidad del
viento, con una componente del Sur, más cálida, lo cual acumula el calor
en la costa norte del país, incluso en la región occidental, la cual
está más hacia la periferia del Anticiclón del Atlántico norte, por lo que es más propensa a los vientos del Sur.
Figura 2.- Carta de superficie correspondiente a las 18 UTC del 12 de septiembre de 2015.
El 12 de septiembre de 2015, las condiciones sinópticas resultaron muy propicias
para establecer un nuevo récord de temperatura máxima en La Habana. La
influencia del Anticiclón del Atlántico norte a manera de una cuña
extendida de este a oeste en superficie, provocó vientos de componente
Sur, en la región occidental (ver figura 2). La poca nubosidad en general y la
baja humedad relativa, ayudaron a que la estación marcara 38.2 grados
Celsius después de las 14 horas (horario local de verano). El récord anterior databa del 26 de abril de este mismo año.
Para conocer más detalles sobre el mecanismo que propicia la ocurrencia de temperaturas máximas extremas y olas de calor, visite los siguientes post de GeoMet.
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