sábado, 4 de abril de 2015

La primera causa de muerte por fenómenos naturales en Cuba...

Mucha gente piensa, incluídos los propios cubanos, que los huracanes son la primera causa de muerte por fenómenos naturales en Cuba. Otros, con más conocimiento, entienden que los rayos matan cada año en mi país, mucha más gente que cualquier huracán desde 1964. Esto de por si resulta algo preocupante, pues se trata de un país donde las tormentas eléctricas son frecuentes, sobre todo en verano y en el que todavía no hay la prevención suficiente para evitar que en promedio, desde 1987 a 2012, unas 60 personas pierdan la vida cada año, por el impacto de rayos. De ahí que meteorólogos, médicos y otros científicos afirmaran durante mucho tiempo, que los rayos son la primera causa de muerte por fenómenos naturales en Cuba. Pero lamentablemente han estado equivocados. El hecho de que algo no se estudie, no significa que no existe. Durante todo el año cientos de miles de personas colman las playas cubanas; en verano sobre todo los cubanos, en invierno los extranjeros que van en busca del Sol tropical que no resplandece en su país. Y ahí en el agua, un peligro mortal los acecha y no son los tiburones; son las corrientes de resaca. 

Las corrientes de resaca son chorros de agua estrechos e intensos, que fluyen hacia el mar desde cerca de la línea de costa. Son conocidas por ser un peligro significativo para los bañistas, ya que son la causa de la mayoría de los rescates y muertes en el entorno de la playa.

Según la USLA (United States Lifesaving Association), solo en los Estados Unidos, más del 80 % de todos los rescates en la zona de surf, se deben a las corrientes de resaca y estas causan la muerte de unas 100 personas al año. Esto es más que la cantidad de muertos que provocan los tornados y huracanes en promedio cada año juntos.

Una corriente de resaca se compone de las llamadas corrientes de alimentación (feeder currents), que son parte de la corriente litoral (longshore current), el cuello (neck); parte estrecha y alargada del cuerpo de la corriente y la cabeza (head), donde la corriente se dispersa más allá de la zona de rompientes.

Figura 1.- Estructura de una corriente de resaca típica. Fuente: NOAA

La velocidad del flujo en las corrientes de resaca ha sido medida entre 1 y 2 m/s, pero se estima que las mayores corrientes pueden alcanzar velocidades superiores, en las playas con las características adecuada.

Más allá de la zona de rompientes, hacia el mar abierto, las corrientes de resaca pueden extenderse a un máximo de 2.5 veces el ancho de la zona de surf. Debido a su naturaleza, el espaciamiento entre las corrientes de resaca, se observa por lo general a menos de 500 m y varía en función de la pendiente de la playa, la orientación de la línea de costa, la altura y el período de las olas.

Los diferentes tipos de corrientes de resaca, tienen características visuales que permiten identificarlas. De manera general se pueden reconocer por una estela de arena, algas o basura, que se dirige hacia el mar, en un ángulo oblicuo o normal a la línea de costa. Desde la orilla de la playa, es bastante difícil reconocer una corriente de resaca, cuando no se observa arena u otros materiales, en movimiento hacia el mar. Sin embargo es posible identificar una zona donde las olas rompen mucho más cerca de la orilla, que en los alrededores. El mejor lugar para observar una corriente de resaca es desde lo alto de una duna o un acantilado.  

Las corrientes de resaca son más rápidas que lo que una persona promedio puede nadar (0.4 m/s), incluso en condiciones relativamente suaves. Los nadadores olímpicos de 50 metros estilo libre, desarrollan velocidades máximas de alrededor de 2 m/s en condiciones ideales, con una corta distancia y años de entrenamiento. Esto significa que la resaca puede arrastrar hacia el mar abierto, incluso al más experto nadador.

Los bañistas atrapados en las corrientes de resaca, a menudo experimentan pánico y agotamiento mientras luchan contra la corriente, en el intento de escapar de ella, lo que lamentablemente puede llevar a su ahogamiento

Figura 2.-  Una treintena de personas quedaron atrapadas en una corriente de resaca, en la playa Haeundae, Korea del Sur. Fue necesario rescatarlas utilizando lanchas y otros medios técnicos.

En un artículo del periódico Granma de mayo de 2014, se informa que el número de víctimas mortales por corrientes de resaca en Cuba, se encuentra entre 65 y 80 cada año. A manera de comparación, los rayos matan como promedio en el mismo período, unas 60 personas al año y eran considerados hasta entonces, como la primera causa de muerte por fenómenos naturales en Cuba. 

La falta de estudios científicos en la mayoría de los países subdesarrollados, hace que no se tengan informes detallados y en muchos casos ni siquiera existen, del número de rescates y muertes ocasionados por corrientes de resaca, pero ellas están ahí y cada año sorprenden a bañistas desprevenidos acarreándoles la muerte o cuando menos un buen susto. La mayoría de los aficionados a la Meteorología creen que la muerte les podría llegar del cielo, pero deberían tener más cuidado cada vez que se metan a una playa; podrían aprender de mala manera, que el peligro también está en el agua.

2 comentarios:

  1. excelente articulo, felicitaciones Alejandro!!!!! adelante con tu proyecto
    un abrazo

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  2. Por un momento recorde al profe Seco, sin animos de ofender claro, fue quizas el tema y la manera en que fue abordado lo que me hizo pensar en el....Buen articulo. Instructivo e Interesante, pero no concreta las causas que producen este fenomeno y me interesaria saberlas....si fueras tan amable.

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