La noticia se brinda en un tono edulcorado,
lacónico, insignificante: “Jueves 31 de
Mayo de 2012.- El Centro Sismológico Nacional ubicado en Santiago de Cuba
registró un sismo de 3,1 grados en la escala Richter, a las 8:23 p.m. de este
miércoles, en la provincia de Ciego de Ávila. El sismo fue localizado en las
coordenadas 22.45 Latitud Norte y los 78.29 Longitud Oeste, a 42.8 kilómetros al
norte del municipio de Bolivia, en la provincia de Ciego de Ávila, a una
profundidad de 10
kilómetros. Hasta el momento se han recibido reportes de
perceptibilidad en los municipios de Bolivia y Morón, de la propia provincia y
no hay reportes de daños humanos, ni materiales.”
Así se publica en
la página digital de la CMKC de Cuba. También allí se encuentra una noticia de dos días antes con el mismo
tono desinflado y pálido: “Santiago de Cuba, CMKC, Martes 29 de Mayo de 2012.-
Hasta las cinco de la tarde de hoy NO se detectaron réplicas significativas del
sismo registrado a las 04:06 AM de este martes, 29 de mayo, en las coordenadas
22.18 Latitud Norte y los 78.08 Longitud Oeste, a 27.6 Kilómetros al
Este – Nordeste del municipio de Bolivia, en la provincia de Ciego de Ávila, a
una profundidad de 2
Kilómetros y con una magnitud de 3 grados en la escala
de Richter.”
Sin embargo la tierra da
señales inconfundibles de que algo está tramando. Aunque no pretendo alarmar
con este comentario a nadie, ni estoy creyendo que estamos a punto de
presenciar ningún evento sísmico de gran magnitud en Cuba, si me gustaría
recordar a quiénes piensan, que solo en la parte oriental de este país ocurren
terremotos, que están muy equivocados. No solo ocurren en todo el archipiélago
sino que también pueden ser de magnitud considerable, como el ocurrido el 23 de
enero de 1880 en San Cristóbal, Pinar del Río. Otro más reciente y no menos
importante fue el de Torriente-Jagüey Grande, Matanzas,
el 16 de diciembre de 1982.
Así es que aunque
verdaderamente con mayor frecuencia la tierra tiembla en el oriente cubano, no
deberíamos dormirnos pensando que estamos libres de peligro y que los pequeños
sismos no representan más que fenómenos casuales sin importancia, ya que muchas
veces son signos premonitores de eventos mayores. La pregunta que nos hacemos
los que si pensamos que debería prestarse más atención a estas señales es: ¿Dónde
y cuándo volverá a temblar?
Tendré una nueva
entrada el lunes próximo si las condiciones del tiempo no me obligan a una
actualización más temprana. Feliz fin de semana para todos.
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