La distancia media de la Tierra a la Luna es de 384 400 km, pero la órbita de nuestro satélite natural, no describe una circunferencia, sino una elipse, de tal modo que unas veces está más cerca de nosotros (perigeo) y otras está más lejos (apogeo). Cuando está más cerca, el diámetro aparente de la Luna llena, puede aumentar hasta en un 14% y su
brillo, alrededor de un 30%, respecto a una Luna llena en el apogeo. El gran tamaño aparente de la Luna llena, se conoce como superluna, aunque a simple vista, no es algo tan evidente. Pero antes de continuar, es imperante recordar qué es la Luna llena y cuáles son las condiciones necesarias para que esta ocurra. Veamos la figura 1.
El momento en que la Tierra, la Luna y el Sol, están alineados, se conoce como sicigia. Cuando forman ángulos de 90º, estamos en presencia de una cuadratura. Es fácil darse cuenta por la figura 1, que durante la sicigia la Luna puede estar entre la Tierra y el Sol (conjunción), lo cuál puede provocar un eclipse solar o puede estar al otro lado, en cuyo caso, la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna (oposición). Cuando está en conjunción es la fase de Luna nueva y no podemos ver la Luna, ya que se encuentra de cara a la parte de la Tierra donde es de día. Cuando está en oposición, es la fase de Luna llena y podemos ver completamente la Luna, ya que la distancia que la separa de la Tierra, es suficiente como para que los rayos solares la iluminen. Sin embargo, como ya he comentado la distancia entre la Tierra y la Luna no siempre es la misma, por lo que a veces, la Luna se acerca tanto, que cae dentro del cono de sombra proyectado por la Tierra y en ese momento ocurre un eclipse. Pero hoy, tendremos el privilegio de ver una superluna y además, un eclipse lunar.
Para hacernos una idea del incremento del diámetro aparente de la Luna durante el perigeo, tomemos como referencia el tamaño que ocupa en el cielo, nuestro
dedo meñique, cuando lo observamos con el brazo extendido, que es de
sesenta minutos de arco (un grado). En promedio, la Luna llena tiene un diámetro aparente de 30 minutos de arco (la mitad del
dedo meñique). En la situación más favorable, una superluna tendrá un
diámetro de 4 minutos de arco, mayor que una Luna llena en el apogeo, es
decir, el incremento del diámetro angular de la superluna, es de solo la
quinceava parte del tamaño angular de nuestro dedo meñique. Como resulta
muy difícil distinguirlo a simple vista, es necesario tomar fotografías
para ver el cambio. En la figura 2 se puede ver el cambio de tamaño entre
la superluna del 10 agosto de 2014 (derecha, distancia a la Tierra
356 898 km y tamaño angular aparente 33,5 minutos de arco) y la Luna
llena del 18 de octubre de 2013 (izquierda, distancia a la Tierra
385 703 km y tamaño angular aparente 31 minutos de arco).
Figura 2.- Comparación de la Luna
llena del 18 de octubre de 2013 con la superluna del 10 agosto de 2014.
Para que un eclipse de Luna se produzca son necesarias 4 condiciones. Las dos primeras son que la Tierra, el Sol y la Luna, estén alineados, es decir, que estén en sicigia. La segunda evidentemente es que la Luna esté en oposición, pues si estuviera en conjunción lo que se produciría sería un eclipse de Sol. La tercera condición es que la Luna se encuentre en uno de los nodos, es decir los puntos en que el plano de la órbita lunar, corta el plano de la eclíptica, que es el plano de la órbita terrestre alrededor del Sol. Cuando la Luna está en sicigia y en uno de los dos nodos, entonces Tierra, Luna y Sol están perfectamente alineados sobre el mismo plano. La cuarta y última condición, es que la Luna esté lo suficientemente cerca de la Tierra, como para caer total o parcialmente dentro del cono de sombra que proyecta nuestro planeta. Si cae completamente dentro del cono, ocurre en un eclipse lunar, mientras que si sólo una parte cae dentro del cono, entonces ocurre un eclipse parcial.
Figura 3.- Esquema de la órbita lunar con respecto al plano de la eclíptica y la posición de los nodos.
Figura 4.- Esquema de la posición de la Luna dentro del cono de sombra (umbra) de la Tierra durante un eclipse lunar. Note que además del cono de sombra, hay una zona de luz atenuada llamada penumbra. La mayor parte del tiempo la Luna cae en la penumbra en vez del cono de sombra, por lo que NO ocurre un eclipse.
Interesante, gracias por compartir
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