¿Hasta cuándo crecerán nuestras ciudades, hacia dónde y sobre todo, de qué manera? Es una pregunta que tiene tantas aristas como respuestas. Y mientras que no podemos saber cómo sería en realidad en el futuro, podemos hacernos una buena idea, si entendemos bien como ha sido en el pasado. Con
una población de más de 20 millones (probablemente más cerca de 30), más o menos el 10 por ciento del
total de la población de Brasil, São Paulo y su entorno metropolitano, fue clasificada
como la décima zona urbana más grande en el mundo en 2014. Los primeros asentamientos humanos se construyeron cerca de las fuentes de agua y alimentos e incluso las primeras ciudades de verdad, se hicieron en lugares poco vulnerables a las inundaciones, terremotos y otros peligros naturales, con fundamento en la observación durante siglos, que generó un conocimiento más empírico que científico. El problema es, que con el aumento de la riqueza y los servicios desplazando a la agricultura y la industria, como principal actividad económica, las ciudades crecieron cada vez más y ante el desafío tecnológico y económico, que supone crecer hacia arriba, tuvieron que crecer en la horizontal, a manera de asentamientos improvisados, con la población de más bajos ingresos, altos niveles de inseguridad y ahora sí, en los peores lugares para construir cualquier cosa.
Figura 1.- Mapa de la expansión del núcleo urbano y la zona metropolitana de São Paulo, entre 1881-2000. Fuente: http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=109310021
Antes de la Era de los Satélites, los estudios sobre la expansión de las ciudades, se realizaban a partir de análisis de mapas históricos y ya en el siglo XX con fotografías aéreas. Pero la tecnología actual permite un análisis más preciso y fácil a partir del uso de las imágenes satelitales. Las figuras 2 y 3, son imágenes de la ciudad de São Paulo captadas por los satélites Landsat 5 y Lansat 8, en 1986 y 2013 respectivamente. En estas imágenes de falso color, las zonas urbanas se extienden desde un rosa claro en los
suburbios a púrpura en las zonas más densamente pobladas. La vegetación es de color verde y la tierra expuesta es de un marrón claro.
Figura 2.- Imagen de la ciudad de São Paulo, tomada por Landsat 5 el 6 de agosto de 1986. Fuente: NASA
Figura 3.- Imagen de la ciudad de São Paulo, tomada por Landsat 8 el 1 de septiembre de 2013. Fuente: NASA
En 1986, São Paulo irradiaba hacia fuera de un denso núcleo urbano. En 2013, esta zona parece haber incrementado la cantidad de espacios abiertos como parques y jardines a expensas de edificios más altos. El cambio más notable, sin embargo, es la difusión de los suburbios, donde el crecimiento ha sido más rápido. En la última década, los suburbios de São Paulo añadieron 1,7 millones de
personas, mientras que el núcleo de la ciudad agregó sólo 800.000.Gran
parte del crecimiento suburbano sucedió en las favelas, que surgieron a medida que las personas construyen viviendas endebles en laderas empinadas o llanuras
aluviales que estaban desocupadas porque habían sido consideradas
como espacios inapropiados para la construcción. Se estima que un 20 a 30 por ciento de la población de São Paulo vive
en las favelas, que suponen un reto para el gobierno municipal porque estas
comunidades no planificadas a menudo carecen de conexiones a servicios
de alcantarillado, agua y electricidad, además de ser las zonas con mayores índices de inseguridad.
Figura 4.- Muchas favelas se han edificado en torno a la presa Billings, en el sur de la ciudad de São Paulo. Estas construcciones además de ubicarse en lugares inapropiados, añaden una gran presión sobre el embalse, que recibe la carga contaminante de los asentamientos, a la vez que es desprovisto de una cubierta forestal que impida la rápida colmatación por acumulación de sedimentos.
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