Luego de algunos meses de descanso más de los que hubiera deseado, me incorporo nuevamente para traerles lo más actual e interesante sobre el tiempo y temas afines también a la Geografía, de nuestro hermoso y maltratado planeta azul. Ha sido un invierno tambaleante como la centrífuga de una lavadora. Tuvimos un noviembre extremadamente frío en comparación con la media para toda Cuba y el Este de los Estados Unidos, después un diciembre sin penas ni glorias y comenzó el nuevo año con un calor sofocante, justo cuando el calendario marcaba los que deberían ser los meses más fríos del invierno. Finalmente marzo ha hecho sacar de nuevo los abrigos y colchas ya guardadas, con temperaturas que recuerdan más a enero. Las causas son diversas e incluyen desde variaciones naturales en la distribución espacial y temporal de la temperatura, hasta la pérdida de hielo marino en el Ártico, debido al calentamiento global provocado en su mayor parte por la acción del hombre. ¿Pero cómo se entiende este colctel de ingredientes tan heterogéneos?
Trataré de explicarlo de una forma lo más sencilla posible, para no llevar más confusión a quienes tengan poco dominio del tema, que resulta escabroso incluso para los avesados. En primer lugar la enorme cantidad de gases de efecto invernadero, expulsados a la atmósfera por la actividad humana, ha amplificado el efecto invernadero que provocan estos gases, reteniendo una mayor cantidad de calor que recibimos del Sol. Esto es algo que nadie se atrevería a discutir pues se trata de una sencilla cuestión de física. Ahora bien, este calor adicional necesita redistribuirse en un sistema que trata de alcanzar el equilibrio, como la Tierra. Es decir que el calor sobrante se dirige a las zonas más frías del planeta, que son en términos generales las regiones polares donde están los casquetes de hielo más grandes. Solo que hay una notable diferencia entre ambas regiones polares de la Tierra, pues una está ocupada por un océano, mientras que otra tiene en su lugar un continente. Esto hace que el hielo del Ártico sea más vulnerable a una subida de la temperatura y se derrita con mayor facilidad. La temperatura está muy relacionada con la distribución de las masas de aire y la presión atmosférica. La pérdida de hielo marino ártico hace disminuir la diferencia de presión entre la Baja de Islandia y el Anticiclón de las Azores, lo cual debilita la corriente en chorro polar y hace que se ralentice y adopte enormes ondulaciones. Esto permite al aire frío del Ártico derramarse sobre porciones de América del Norte, Asia y Europa, mientras que aire más cálido se dirige al polo retroalimentando el deshielo.
Pero las zonas que recibirán las temperaturas más cálidas o más frías no están predeterminadas y dependerán de qué sector de la corriente en chorro esté actuando en cada lugar. Además estos no son los únicos factores y hay que considerar también, los efectos del Niño y la Niña, la distribución de tierras y mares y las ya mencionadas variaciones naturales.
Figura 1.-Anomalías de la temperatura del aire con respecto a la media mensual en noviembre 2012 (izquierda) y enero 2013 (derecha).
Pero de una forma u otra la primavera está tocando a la puerta y esta vez prepara una entrada ruidosa. Ya el pasado 24 de marzo, una baja extratropical centrada en el Sudeste de los Estados Unidos, produjo fortísimos vientos del sur, en el occidente cubano, llegando hasta una racha de 108 km/h en la estación meteorológica de Casablanca. Fue solo un adelanto y ahora los modelos de pronóstico sugieren, que una nueva tormenta se gestará en el Golfo de México, el 4 de abril, arrastrando un frente frío que debe llegar el día 5 en la tarde al extremo occidental de Cuba. Podríamos ver nuevamente los desagradables vientos del sur, cargados de polvo que tumban las flores y los frutos de los árboles y luego probablemente una línea de tormentas prefrontales. Un nuevo descenso de la temperatura llegará el día 6 detrás del frente frío. Por ahora es solo un presagio de algo que puede ir cambiando con el paso de las horas, pero este año los cubanos y hermanos de otras latitudes, recordamos el 20 aniversario de la Tormenta del Siglo, que nos dejó más que anécdotas para contar.
Figura 2.- Salida del modelo GFS para el día 5 de abril en la noche (hora de Cuba), mostrando el frente frío extendido sobre La Habana, precedido de una línea de tormentas.
Excelente fin de semana para todos.